"La empresa puede parecer arriesgada, pero tenemos garantías de la bendición divina, y mientras la mano de Dios permanezca con nosotros, la confianza es un deber. Quiera el divino Corazón de Jesús amparar y proteger a la Congregación, y concedernos, entre sus favores, una gran fidelidad para buscar sólo lo que pueda darle gloria." Julio Chevalier, 1866.
Confiar en la Providencia
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P. Julio Chevalier
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