Gracia de Dios y esfuerzo, garantía de comunidad madura
"La verdadera comunidad no nace de repente. Crece por la gracia de Dios y por el esfuerzo constante de cada uno de los miembros.
Debe construirse día a día como comunidad de fe y amor,por la oración y la Eucaristía, escuchando y compartiendo la Palabra de Dios.
Al mismo tiempo debe consolidarse como una comunidad humana, entretejida por todos con relaciones fraternas, en la que cada uno aporta sus talentos aceptado, escuchado, animado e interpelado".
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P. Julio Chevalier
1 comentarios:
Esa es la verdar.
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