Con cierto descaro vamos a procurar que la palabra “VOCACIÓN” se haga no sólo presente sino visible en nuestros centros pastorales. Hagámosla motivo central que dé unidad en este año al itinerario cuaresmal. Como pueden observar el lema : “SI NECESITAS VERLO MÁS CLARO...PON TU LUZ” cabalga sobre dos referencias vocacionales que trataremos de tener presentes:
Por un lado, un fondo de negrura y oscuridad que impide ver.
Expresa algo de lo que destila este tiempo nuestro de escasez vocacional, de confusa fidelidad, de futuro incierto, de ausencia de cultura vocacional, de miedos y prevenciones, de prejuicios y rechazos, de sordera y superficialidad, de fragilidad y de incoherencia, de tantas otras cosa...¡ Todos, absolutamente todos, necesitamos verlo más claro!
Por otro y frente a esta oscuridad, la luz puja por salir. Hace falta encenderla. La Luz es Jesús, el Viviente. La Cuaresma Vocacional se ofrece así como un tiempo de gracia donde encender la luz del sentido y de la fe que haga arder e iluminar. Es camino de iluminación que acoge la luz desde la Pascua del Señor Resucitado para ponerla sobre el candelero para que resplandezca y brille para muchos.
En torno a este gozne luminoso habrá de girar la Cuaresma Vocacional. Esta dimensión, como se puede observar, afecta no solamente a los posibles candidatos para una especial consagración; sino que, por el contrario, debe incidir sobre el fondo de toda la vida cristiana, que, como todos los años en Cuaresma, se apresta a beber de sus más puras fuentes bautismales. Por ello, popularicemos el tema vocacional ubicándolo en su contexto natural: la vida cristiana. De camino iremos favoreciendo una cultura vocacional para todos.
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